Desde que en el pasado Salón del Automóvil de París 2012 McLaren presentase el sustituto del viejo F1, han sido muchos los vídeos e imágenes que acompañaron al prototipo de Ron Dennis. A falta de una semana para que de comienzo el Salón del Automóvil de Ginebra 2013, la firma de Woking ha revelado definitivamente su mayor obra hasta la fecha, el increible P1, un superdeportivo que marcará la tendecia de ahora en adelante.
El McLaren P1, limitado a 375 unidades, tendrá un precio de partida en el mercado europeo de 1.004.000€. Cuando el prototipo comenzó a tomar forma, el equipo de McLaren dicidió llegar a fabricar un máximo de 500 unidades, pero más tarde, Ron Dennis redució esa cifra hasta los actuales 375 vehículos tras hablar con sus futuros propietarios, consiguiendo así una joya automovilística realmente exclusiva.
MECÁNICA
Este superdeportivo viene repleto de tecnología e ingenería heredada directamente de la escuderia de Fórmula 1. Por ello, su mayor virtud no es la potencia que posée si no la carga aerodinámica que es capaz de generar gracias a sus múltiples alerones, su fondo plano y su difusor. El McLaren P1 tiene un coeficiente aerodinámico de 0,34 y puede llegar a generar hasta 600 kg de carga, siendo esa cifra cinco veces superior a la del MP4-12C.
En posición central-trasera se encuentra la mecánica del McLaren P1. A diferencia de otros superdeportivos, este utiliza dos motores. El principal es un V8 gasolina sobrealimentado que entrega 737 CV de potencia a 7500 rpm y 720 Nm de par máximo. En segundo lugar encontramos un propulsor eléctrico de 179 CV. Este último puede llegar a mover el vehículo por sí solo durante más de 10 km gracias a unas baterías que pueden ser recargadas bien sea por una toma de corriente eléctrica o al soltar el pie del acelerador. En conjunto, el McLaren P1 ofrece 916 CV transmitidos a las ruedas traseras a través de una caja de cambios automática de doble embrague.
Con el uso de un motor eléctrico, las emisiones emitidas por los escapes del vehículo se han visto reducidas hasta los 200 g/km, cifras mínimas para las prestaciones que ofrece.
El 0 a 100km/h lo realiza en menos de tres segundos, el 0 a 200km/h en menos de siete y el 0 a 300km/h lo termina en 17 segundos. Su velocidad máxima es de 350km/h.
Bajo las llantas, cubiertas con neumáticos Pirelli P Zero Corsa, se localiza unos discos de freno desarrollados con un nuevo tipo de cerámica de carbono jamás utilizada anteriormente en un coche. Solo han contado con ellos cohetes espaciales. En la deceleración del P1 también toma protoganismo la aerodinámica del vehículo, cambiando la posición de los alerones para aumentar la resistencia al aire.
INTERIOR
El interior del habitáculo, colocado sobre un chasis monocasco de fibra de carbono, ha sido orientado directamente al conductor. La columna de dirección y los asientos son ajustables, mientras que los respaldos son fijos con un ángulo de 28 grados. Todas las superficies del habitáculo han sido cubiertas o fabricadas en carbono, aunque respecto a la competencia, McLaren ha suprimido la capa superior de resina del material para ahorrar 1,5 kg.
Lo más curioso de este vehículo es que ha sido pensado por y para correr, pero los diseñador y directores del proyecto también se han acordado de los gustos de sus adinerados clientes. Por ese motivo, se ha instalado navegación por satélite, un climatizador bizona y por último un sistema de sonido premium.
El volante, de fibra de carbono y alcántara, tiene dos botones desde donde se activa el DRS y el IPAS. El primero reduce el ángulo del alerón trasero para conseguir una mayor velocidad máxima mientras que el segundo funciona de manera muy similar al KERS de un Fórmula 1. Al presionarlo, el motor eléctrico entrega toda su potencia durante unos pocos segundos, mejorando la aceleración del coche.
Este superdeportivo viene repleto de tecnología e ingenería heredada directamente de la escuderia de Fórmula 1. Por ello, su mayor virtud no es la potencia que posée si no la carga aerodinámica que es capaz de generar gracias a sus múltiples alerones, su fondo plano y su difusor. El McLaren P1 tiene un coeficiente aerodinámico de 0,34 y puede llegar a generar hasta 600 kg de carga, siendo esa cifra cinco veces superior a la del MP4-12C.
En posición central-trasera se encuentra la mecánica del McLaren P1. A diferencia de otros superdeportivos, este utiliza dos motores. El principal es un V8 gasolina sobrealimentado que entrega 737 CV de potencia a 7500 rpm y 720 Nm de par máximo. En segundo lugar encontramos un propulsor eléctrico de 179 CV. Este último puede llegar a mover el vehículo por sí solo durante más de 10 km gracias a unas baterías que pueden ser recargadas bien sea por una toma de corriente eléctrica o al soltar el pie del acelerador. En conjunto, el McLaren P1 ofrece 916 CV transmitidos a las ruedas traseras a través de una caja de cambios automática de doble embrague.
Con el uso de un motor eléctrico, las emisiones emitidas por los escapes del vehículo se han visto reducidas hasta los 200 g/km, cifras mínimas para las prestaciones que ofrece.
El 0 a 100km/h lo realiza en menos de tres segundos, el 0 a 200km/h en menos de siete y el 0 a 300km/h lo termina en 17 segundos. Su velocidad máxima es de 350km/h.
Bajo las llantas, cubiertas con neumáticos Pirelli P Zero Corsa, se localiza unos discos de freno desarrollados con un nuevo tipo de cerámica de carbono jamás utilizada anteriormente en un coche. Solo han contado con ellos cohetes espaciales. En la deceleración del P1 también toma protoganismo la aerodinámica del vehículo, cambiando la posición de los alerones para aumentar la resistencia al aire.
INTERIOR
El interior del habitáculo, colocado sobre un chasis monocasco de fibra de carbono, ha sido orientado directamente al conductor. La columna de dirección y los asientos son ajustables, mientras que los respaldos son fijos con un ángulo de 28 grados. Todas las superficies del habitáculo han sido cubiertas o fabricadas en carbono, aunque respecto a la competencia, McLaren ha suprimido la capa superior de resina del material para ahorrar 1,5 kg.
Lo más curioso de este vehículo es que ha sido pensado por y para correr, pero los diseñador y directores del proyecto también se han acordado de los gustos de sus adinerados clientes. Por ese motivo, se ha instalado navegación por satélite, un climatizador bizona y por último un sistema de sonido premium.
El volante, de fibra de carbono y alcántara, tiene dos botones desde donde se activa el DRS y el IPAS. El primero reduce el ángulo del alerón trasero para conseguir una mayor velocidad máxima mientras que el segundo funciona de manera muy similar al KERS de un Fórmula 1. Al presionarlo, el motor eléctrico entrega toda su potencia durante unos pocos segundos, mejorando la aceleración del coche.
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